Maravillas del arte italiano
Menos mal que la Pinacoteca de Ancona, la ciudad "capital" de la región de Las Marcas, debió cerrar por importantes trabajos de reestructuración. Y menos mal que a alguien se le ocurrió que durante ese tiempo, en vez de quedar a oscuras, guardadas en sótanos, las obras que se exhiben allí salieran al mundo, con una muestra extraordinaria que pudo contemplarse primero en el Vaticano -destino de miles de turistas y peregrinos de todo el planeta- y, ahora, en la Argentina.
De hecho, no es normal poder admirar tantos tesoros del arte italiano, todos provenientes de diversos museos de la región de Las Marcas (que se sumaron a la idea de salir hacia el mundo), juntos, en una muestra.
Rafael, Crivelli, Lotto, Sebastiano del Piombo, Guido Reni, Guercino, Maratta, Rubens, Tiziano, Melozzo da Forlì, Sassoferrato y Mattia Preti son algunos de los nombres que hablan por sí solos. La selección de capolavori va desde el final del siglo XIV hasta principios del XIX y resulta excepcional porque reúne en el mismo espacio obras maravillosas.
En el Museo Nacional de Arte Decorativo, a partir de la semana próxima, será exhibidoMeraviglie dalle Marche, un excepcional conjunto de cuarenta y dos pinturas de los siglos XIV al XIX procedente de la Pinacoteca de Ancona, en el centro de Italia. Seiscientos años de pintura italiana, un panorama del arte italiano que va del siglo XIV al XIX.
Rafael Sanzio se cuenta entre los artistas cuyas obras presentará la semana próxima el Museo Nacional de Arte Decorativo mientras el Palacio Bosdari, sede de la Pinacoteca Francesco Podesti desde 1973 en la ciudad de Ancona, permanece cerrado en forma temporaria para ser restaurado. La muestra, que acaba de exhibirse en Roma -en el espacio del Brazo de Carlomagno, en la columnata de Bernini que rodea la Basílica de San Pedro-, se complementa con pinturas procedentes de otros museos de la región de Las Marcas, en el centro de Italia. Esta antigua frontera del Imperio romano, hecho al que debe su nombre, resulta notable no sólo por los tesoros artísticos que guarda sino también por la enorme contribución que realizó a la historia del arte.
Allí nacieron algunos artistas que jugaron un importante rol en el desarrollo del arte italiano, como Rafael Sanzio, Andrea Lilli y Podesti. El más destacado de ellos es Sanzio, nacido en Urbino en 1483, que trabajó en Florencia y en Roma, donde murió en 1520. Su obra no sólo influyó en su época sino que continúa siendo relevante y vigente también en nuestros días. Las pinturas que produjo durante la primera década del siglo XVI concretan búsquedas destinadas a restaurar los ideales clásicos que caracterizaron el Renacimiento. Las de los años posteriores que se cierran con su muerte, a fines de la segunda década, inauguraron un lenguaje que sería fundamental a lo largo del siglo.
En esta ligera mención debemos incluir también a Federico Barocci, quien supo interpretar las exigencias de la Contrarreforma; a los hermanos Taddeo y Federico Zuccari, que tuvieron una notable actuación en Florencia y Roma, y a Carlo Maratta, marchigiano originario de Camerino, que se destacó en Roma, el escenario más importante del arte barroco.
El interés del arte del siglo XV en las formas del pasado y en la nueva imagen de la realidad fue el resultado de un proceso que comenzó mucho tiempo antes, tal como lo demuestran las obras del último arte medieval, el llamado gótico internacional. Esto puede verse en obras como laCoronación de la Virgen de Olivuccio de Ciccarelo (c. 1388-1438) o en la tabla de Paolo Veneziano (c. 1300-1358/1362) dedicada a Historias de la vida de la Virgen , cuyas escenas hacen patente el interés por una nueva forma de representar lo real. La presencia en Las Marcas de este último artista, oriundo de Venecia -entonces cabecera de un enorme emporio comercial-, evidencia las relaciones culturales y económicas existentes con esa ciudad, algo que también podemos sostener en el caso de Carlo Crivelli (1430/35-1495), quien a partir de 1468 trabajó en distintas ciudades de la región. Sus obras, como la pequeña Virgen con el Niño pintada alrededor de 1480, muestra el gusto por el detalle realista minucioso que a veces lo acerca por su carácter a las miniaturas medievales.